- Poner de relieve el kilómetro cero
- Kilómetro cero y sus ventajas
- Probemos con el kilómetro real
- Un cliente contento es un cliente que vuelve
- Proveedores a mi alrededor
Poner de relieve el kilómetro cero
No existe una ciencia exacta para determinar el éxito perfecto. Sin embargo, unos cuantos trucos potenciarán tu menú de kilómetro cero, comunicándoselo al cliente de la forma adecuada.
- – En la primera página del menú, cuenta tu porqué: tu filosofía, tu elección de productos y quiénes son tus proveedores. No te detengas en el nombre: cuenta la historia del productor que has elegido. O bien, en el caso de un producto en concreto, explica por qué lo has incluido en el menú.
- Destaca las opciones km0 de tu menú y colócalas en la parte superior. Es más probable que tus clientes recuerden el primer y el último elemento de la lista.
- Utiliza símbolos y logotipos que certifiquen las características y cualidades de determinados productos territoriales: DOP, IGP, Slow Food, comercio justo… Si hay algo realmente único en el menú, destácalo en negrita o cursiva.
- Describe cuidadosamente los platos. Las descripciones pueden ayudar a reforzar tu filosofía, aportando sensaciones reconfortantes a través de palabras como kilómetro cero, territorialidad, descriptores sensoriales, técnicas de cocina o indicadores geográficos.
- Presta atención a las imágenes. Añadir imágenes a los nombres descriptivos de los alimentos puede hacer que el menú parezca más barato y menos sofisticado.
- No plastifiques el menú. El papel es siempre la mejor opción, o bien utiliza un código QR.
El kilómetro cero y sus ventajas
Destacar la procedencia de un menú de kilómetro cero tiene muchas ventajas. Las ventajas incluyen tanto un precio justo, para el productor que vende, pero también para el consumidor que compra, como la calidad. Los productos son más frescos y sabrosos, porque al acortar las distancias también se acortan los tiempos de distribución. Comprar a kilómetro cero también reduce el tiempo y los costes de transporte: la cadena de suministro corta ahorra costes de transporte y reduce las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. Los productos de kilómetro cero también son más trazables: registrar los pasos de una ruta corta es sin duda más fácil que registrar los de una más larga, sobre todo en lo que respecta al lugar de origen.
Probemos con kilómetros reales
Si la cadena corta es una forma de acortar distancias eliminando pasos y el kilómetro cero son los productos cultivados y vendidos localmente, ¿qué es el kilómetro real? Se trata de elegir productos cercanos o un poco más lejanos, pero siempre sabiendo quién los ha producido, cómo y por qué. El restaurante puede encontrar proveedores locales y comprar directamente al proveedor en la plataforma Deliveristo. Si el menú, los platos y todo el restaurante intentan contar esta relación, el cliente quedará fascinado y satisfecho.
Un cliente contento es un cliente que vuelve
Probar productos de kilómetro cero convierte al cliente en coproductor, un verdadero actor de la cadena de suministro. Conocer el origen de los productos, quién los ha cultivado y de dónde proceden, genera confianza entre el restaurante y el cliente. Tener delante un primer plato creado con materias primas del territorio apoya la economía local y ayuda al cliente a crear una conexión profunda con la comida. El cliente agradecerá al restaurante la experiencia que le ha hecho vivir: no solo una experiencia gustativa, sino también territorial, y, en cierto sentido, agrícola.
Deliveristo trabaja cada día para incluir nuevos proveedores en todas las zonas de Spagna, con el fin de favorecer la compra también a los proveedores locales de alimentos.